BOGOTÁ, 29 de Julio de 2021.- Un trabajo articulado con la Policía Nacional, y el CTI de la Fiscalía logró que un juez les dictara medida de aseguramiento contra cinco elementos, que según las investigaciones serían responsables de hechos delictivos registrados en los actos violentos en el departamento de Antioquia, en medio de las supuestas marchas de descontentos que ya llevan tres meses. Los resultados de las investigaciones dejan 5 capturados al parecer miembros de la autodenominada Primera Línea.
Los delincuentes capturados enfrentan procesos como responsables de cometer actos vandálicos durante las mal llamadas protesta en Medellín y el Bajo Cauca.
Los hechos presentados los llevaron a que la Fiscalía les imputara por el delito de terrorismo a Juan David Duque Piedrahita, alias el Demonio; Andrés Felipe Restrepo Ospina, alias Pipe; y Juan Fernando Torres Becerra, alias el Narrador, a quien también se le acusó por instigación a delinquir agravado.
Las investigaciones adelantadas por un grupo de fiscales de la Unidad Especializada de Medellín, determinó que estos tres sujetos habrían participado en ataques vandálicos a establecimientos comerciales, zonas y entidades públicas, además, en agresiones a la población civil y la fuerza pública, durante las manifestaciones del pasado 28 de abril en diferentes puntos de la capital antioqueña.
Alias “El Narrador” está acusado de haber participado en las afectaciones a las instalaciones de la Personería de Medellín en el sector del Bosque, daños a la infraestructura en la Glorieta de Niquía en Bello, el sector del estadio en Medellín, Parque Norte y La Alpujarra, entre otros actos violentos de terrorismo urbano.
También sería el presunto responsable de hacer las transmisiones en vivo por redes sociales, en las que instigaría a fomentar los demenciales actos, incluso además de mostrar muy festivo los momentos en que la Policía es atacada violentamente.
En otro hecho registrado este mismo día, alias “El Demonio# y alias “Pipe”, la Fiscalía los acusa de habrían ingresado de manera violenta a las instalaciones de una entidad bancaria en el sector de Guayaquil, rompiendo los vidrios con palos, piedras y otros elementos. Además, habrían incinerado algunas de las oficinas del lugar, situación que generó que los empleados tuvieran que resguardarse en un lugar blindado del banco.
La decisión fue apelada por la defensa de los procesados; sin embargo, deberán permanecer en centro carcelario mientras se define la apelación.
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