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Cómo podrían las fuerzas armadas y policiales intervenir en un gobierno? Por: Senén González Vélez

Cómo podrían las fuerzas armadas y policiales intervenir en un gobierno? Por: Senén González Vélez

El problema de nuestro tiempo es que los hombres no quieren ser útiles, sino importantes, se les olvida que “Las actitudes son más importantes que las aptitudes” W.Ch

Cuando unos terroristas a los ojos y amparo de Petro, y el conocimiento de las fuerzas policiales y militares permiten la intervención en las escuelas de estos facinerosos para adoctrinar a niños y niñas, irrumpen vestidos de camuflado, armados, y nadie dice nada, significa que hemos entrado en la fase de la comodidad y el confort, en que, por honor a la patria, debemos despertar la osadía para hacer resistencia, aun cuando sea como homenaje a los niños de Colombia, violados, y asesinados por ellos.

Hagámoslo también por nuestros nietos, para quienes somos sus héroes con canas, pero con dignidad. No permitamos que se desilusionen de nuestra generación.

Empiezo por expresar, que los militares, y policiales, no son deliberantes, y así lo he dicho en muchos de mis artículos. Pero, una cosa es esa, y otra, es que por razones del cumplimiento de la constitución art 2, los obliga y faculta para que sean custodia de la vida, honra, y bienes de los ciudadanos y de la salud y paz colectiva, y por ende, de las delimitaciones que enmarcan la soberanía de la nación, que tienen que defender, si corren peligro o se pretenden vulnerar.

Es conveniente analizar qué se entiende por adversario, y qué por enemigo. Los riesgos de un adversario son competitivos, que no ponen en peligro ni las instituciones, ni la democracia y menos su estado de derecho.

Cosa distinta pasa con el enemigo, cuya presencia puede ser externa, o interna y que se sale del plano competitivo, para entrar en un terreno de confrontación y agresión que no todas las veces está representada en la figura del uso de las armas, como para empezar, sino en el manejo en derroche de los dineros del estado y su economía, el abuso de los bienes del estado, la imposición de impuestos que debiliten la capacidad y dinámica comercial del empresario, y asusten al inversionista. El elevado costo de la vida. La inflación, y desaceleración de la economía. La parálisis del aparato productivo de la nación. También entra dentro de ese contexto peligroso, la violación de la constitución y las leyes, el abuso, la desmembración de las fuerzas del estado para debilitar su defensa, como también impactar el desmejoramiento de sus conquistas laborales por el tiempo de servicios.

No escapa un golpe al ánimo y la moral, mediante el cercenamiento de una carrera militar o policial que, de manera caprichosa, se hace, con el propósito de manipular los mandos jerárquicos, y desorientar las voces de mando. El tirano siempre se atornilla en el poder. Esos, son los enemigos de la patria.

A los adversarios en cambio se les enfrenta buscando objetivos comunes.  Al enemigo por el contrario se le enfrenta, porque el objetivo primordial de estos, es la destrucción del otro. Estas razones nos obligan a que apliquemos una estrategia y posición distinta, para casos diferentes. No es lógico que a esos enemigos se les trate igual, que a un adversario. Para el caso que nos ocupa, me referiré a los internos.

Colombia libra una permanente confrontación con los grupos alzados en arma, que son contrarios a la democracia y opositores del estado de derecho. Los que hoy están en el poder, que fue alcanzado mediante el voto popular, le da la apariencia de legitimidad, pero, eso no es tan exacto, porque entre otras cosas, los resultados están cuestionados por fraude demostrado, que no tuvo eco, porque los entes escrutadores, hacen parte del gobierno.

¿Quiénes están hoy en el poder? Están precisamente, los que las fuerzas armadas y policiales combatieron durante muchos años en las selvas y en lo urbano, y que, por un golpe y asalto a la honradez y una trampa desleal en el camino, les abrió las puertas para que dirijan los destinos de la nación. Como quiera que las fuerzas armadas, los venció en todos los estadios de la guerra, debieron pasar primero al cumplimiento de penas, y reparación, para que pueda iniciare un proceso de paz fidedigno y justo.

Pero no ocurrió así, porque el presidente Santos, cambió el orden de los factores, alterando el producto, que es el haber aplicado una justicia implacable, en lugar de una justicia paralela maleable, flexible, sobornable, burlando al estado derecho y también a todos los deudos de las víctimas, a quienes no reparó, ni devolvió los infantes que secuestró y abusó sexualmente.

Tampoco se entregó el armamento, ni mucho menos el inmenso dineral que está depositado en bancos o paraísos fiscales, en bancos suizos reventó hace pocos días Martín Sombra.

Por otra parte, el gobierno de Gustavo Petro, es ESPUREO, y como las instancias, para demandar unas elecciones mañosas con resultados de igual corte, están todas intervenidas por Santos, para facilitar que la ley se violara, cualquier intento de demanda necesariamente fracasaría.

Por eso, hoy tenemos senadores, representantes, y parte del equipo de gobierno, que son miembros del poder, y no son adversarios, sino enemigos, con un antifaz y una bandera en que el anverso es blanco, y el reverso rojo: mezclando la paz con la guerra.

Entonces pregunto: ¿A quiénes ESTÁN custodiando, defendiendo las fuerzas armadas y policiales? Sencillamente, a un gobierno de terroristas, con abrigos de mansas ovejas. El intervenir a un gobierno de esa naturaleza, ¿NO es ubicarse en el campo de la deliberación, ni menos participar en política? No lo creo. Pienso, que intervenirlo, es hacerle ver al mandatario, que se está saliendo de la órbita democrática, para entrar en el terreno de la tiranía que conlleva a los  levantamientos populares.

Vale advertir, que es un imperativo, que la sociedad civil, la clase política, los reservistas, y los militares y policiales, en uso de buen retiro, que se manifiesten y soliciten como así lo estamos haciendo, invitando a través de nuestras notas editoriales en Punta de Lanza, para que la ciudadanía reflexione, al igual que  las fuerzas armadas y oficiales, antes que sea más difícil, porque el terrorismo, dentro de poco se asociara al gobierno, que seguro es uno de sus principales objetivos, y cuando eso ocurra, ya no habrá nada que hacer  con los mecenas del desastre nacional.

Toronto Canadá

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